La SCA (Strong Consumer Authentication) o autenticación reforzada es uno de los puntos más importantes que conforman la nueva normativa PSD2. Se crea con el objetivo de garantizar la seguridad de los pagos digitales efectuados por los clientes de un negocio online.
Su principal objetivo es verificar la identidad del cliente cuando realiza una operación online, garantizando que quien efectúa el pago es realmente el titular de la cuenta o tarjeta utilizada.
El procedimiento de autenticación reforzada obligatorio se aplica tanto a entidades financieras como a TPPs (Third Party Providers), las cuales están obligadas a cumplir con estas mismas directrices. El objetivo del sistema es comprobar la autenticidad de los clientes utilizando al menos 2 de las 3 siguientes credenciales:
Combinando estos elementos, la SCA permite reducir drásticamente los intentos de fraude en las transacciones electrónicas y aumentar la confianza de los consumidores en el comercio digital.
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