24 abril, 2024
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En el ámbito del transporte urbano, el tránsito en medios de pago juega un papel fundamental, y su eficiencia se ve potenciada por tecnologías avanzadas y enfoques innovadores. Uno de los métodos destacados es la validación de tarjetas cEMV a través de transacciones de valor cero (ZVT), un enfoque que ofrece flexibilidad y mejora la experiencia de los usuarios.
A continuación, vamos a profundizar en la configuración y modos de tránsito, así como en las ventajas clave que este sistema aporta al transporte público.
En este escenario, el validador se programa para autenticar tarjetas cEMV a través de transacciones de valor cero (ZVT). Es esencial que las pasarelas de pago y los adquirentes estén habilitados de manera específica para gestionar este tipo de transacciones y para consolidar las validaciones en el sistema central o back office.
Este modelo implica la aplicación de tarifas preestablecidas y conocidas. Los usuarios pagan una tarifa específica por cada viaje, sin importar la frecuencia o la acumulación de viajes en un período determinado. Este enfoque es transparente y sencillo, adecuado para aquellos que realizan desplazamientos esporádicos.
En este enfoque, los pasajeros validan sus tarjetas en los validadores del sistema, almacenándose estas validaciones en el back office. Al final del día, el motor tarifario calcula la cantidad total a pagar por los viajes realizados ese día. Esta consolidación garantiza que, aunque los pasajeros realicen múltiples viajes en un día, el cargo en su resumen de cuenta será un pago consolidado por día.
Aquí, los pasajeros compran sus billetes en línea, pagados con una tarjeta cEMV. La validación de la tarjeta se realiza al abordar el medio de transporte, confirmando la pre-compra del billete. Esta transacción de valor cero evita cargos adicionales en el resumen de cuenta, que solo reflejará la transacción de pre-compra por portal de internet.
El cEMV permite validaciones sin la necesidad de comprar un billete anticipadamente, configurar cuentas o descargar aplicaciones. La validación con una tarjeta sin contacto facilita un proceso sin fricciones, eliminando el uso de efectivo, promoviendo un entorno más seguro y agilizando los tiempos de abordaje.
La asociación de validaciones a la cuenta del pasajero permite calcular la tarifa en función de sus viajes. Los operadores pueden implementar reglas tarifarias, como tarifas máximas diarias, para atraer a más pasajeros al transporte público, ofreciendo la mejor tarifa posible.
Con el motor de tarifas en el back office, no en el lector, los cálculos de tarifas se procesan de manera centralizada. Esto simplifica el mantenimiento, ya que no es necesario realizar ajustes en dispositivos locales, reduciendo la complejidad y los costos asociados.
En resumen, el tránsito en medios de pago, especialmente con el uso de tarjetas cEMV y modos de pago innovadores, no solo simplifica las transacciones en el transporte urbano, sino que también mejora la eficiencia operativa y la experiencia del usuario, posicionando al sistema como una solución avanzada y conveniente para los desplazamientos diarios.