20 septiembre, 2018
En este artículo:
La desconfianza sobre el nivel de seguridad online de las tiendas virtuales es el principal motivo por el que muchas personas aún se muestran reticentes a comprar por internet. El desconocimiento acerca de cómo van a ser usados sus datos sensibles, sobre todo los de la tarjeta de crédito, por parte del comercio online, unido a los casos de fraude que ocasionalmente aparecen en los medios de comunicación, hace que una parte de los usuarios de internet no realicen compras porque no se sienten seguros en este proceso.
Existen maneras muy simples que nos permiten comprar por internet con plena seguridad y confianza. En los casos en los que no se quiera usar una tarjeta de crédito es posible, por ejemplo, utilizar una tarjeta de prepago que recargaremos con el importe de la compra que vayamos a realizar. De este modo, en caso de robo de datos, la tarjeta no tendrá saldo y no habrá posibilidad alguna de fraude. El mismo procedimiento puede llevarse a cabo con las tarjetas virtuales, en muchos casos creadas específicamente para realizar compras online de la manera más segura.
Pero no es necesario recurrir a las tarjetas virtuales o prepago para disfrutar de plena seguridad online cuando compramos por internet. Una de las prácticas más habituales cuando desconocemos el nivel de seguridad de una web es buscar comentarios online de otros consumidores y leer sus opiniones. De este modo conseguimos valoraciones reales que nos darán información sobre si podemos fiarnos o no de la web en cuestión.
Pero el fraude no sólo afecta a los usuarios de las tiendas online. En algunos casos los infractores son los compradores, que utilizan tarjetas falsas o robadas para hacer compras online y perjudicar al comercio. En estos casos, para garantizar que son los propietarios de la tarjeta, existe un método de pago llamado "pago seguro" o 3D Secure. Consiste en que, una vez el usuario ha introducido la tarjeta en la web del comercio, es redirigido a la web del banco, la cual le pedirá un código enviado por sms al propietario o un número de la tarjeta de coordenadas. Si la tarjeta es robada o falsa, el usuario no podrá completar el pago ya que no tendrá acceso a esta información y, en caso de que se llegara a realizar la compra, el banco se haría responsable del importe de la venta.
Por este motivo es importante confiar solo en proveedores de soluciones de pago que ofrezcan garantías de seguridad online y sistemas de prevención de fraude actualizados, como es el caso del 3D Secure. Esta es la manera de poder vender online con la máxima tranquilidad y, al mismo tiempo, ofrecer a los compradores la garantía de que tu tienda virtual es completamente fiable. Pero, sobre todo, es vital comprobar que tu pasarela de pagos online cumpla la normativa PCI, un estándar básico de seguridad que todo proveedor que trabaje con datos de tarjetas de crédito debe poder demostrar.
Cada vez más personas se introducen en el mundo de la compra online gracias a la comodidad que ofrece y, sobre todo, al boca a boca de amigos y conocidos, por lo que debe ser una prioridad garantizar a estos nuevos usuarios el nivel de seguridad necesario para que sigan confiando en los negocios online.
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